REGIMIENTO DE MURCIA

Desde el principio de la guerra, Murcia tomó partido por la causa borbónica y se mantuvo leal al rey Felipe V hasta su finalización.

Como recompensa a la fidelidad mostrada por el reino de Murcia a la causa borbónica durante la guerra, Felipe V añade al escudo de la ciudad, la flor de lis, un león rampante coronado y el lema “Priscas Novissima Exaltat et Amor” escrito en una cinta con forma de corazón.

Os dejo algunas fotos de este regimiento que he pintado recientemente.

Las miniaturas son de Old Glory y tienen bastantes años, pero he disfrutado mucho pintándolas y espero que os guste el resultado final.

REGIMIENTO DE VALLADOLID

Al igual que los uniformes, las banderas del ejército también sufren cambios en 1707 de modo que pasan a unificarse con la nueva ordenanza:

“Y es mi voluntad que cada Cuerpo traiga la bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según el estilo de mis tropas a las que he mandado añadir dos castillos y dos leones en los cuatro blancos y cuatro coronas que cierran las juntas de las aspas”

Las banderas de compañía llevarán igualmente la cruz de Borgoña, pero sobre tafetán  del color peculiar de las armas de la ciudad o provincia cuyo nombre hubiese tomado el regimiento. Así que podemos trabajar con diferentes colores para estas otras banderas, pero siempre con la cruz de Borgoña.

REGIMIENTO DE CASTILLA

En 1707  el rey Felipe V aprueba una nueva normativa para el ejército donde se impone una nueva uniformidad de estilo francés. Los antiguos tercios de uniformes coloridos pasan a vestir de blanco dejando en la divisa el color característico de cada uno de ellos.

Os dejo unas fotos del Regimiento Castilla, llevan casaca blanca y divisa roja. El color rojo es el indicado prácticamente en la mitad de los regimientos de la época, otros colores usados son el azul marino, verde, celeste y mas infrecuentemente amarillo o morado.

Los oficiales llevan una faja de color rojo para mostrar su nacionalidad española al igual que la tropa muestra una escarapela también de color rojo en el sombrero.

MACEDONIAN PHALANGITES

La falange Macedonia surge como respuesta a las formaciones de hóplitas en la antigüedad. En manos del rey Filipo II de Macedonia y después en las de su hijo Alejandro Magno se convierte en la formación de combate predominante hasta la aparición de las legiones romanas.

La falange representaba una amenaza formidable contra cualquier tipo de enemigo que le hiciera frente. Sus largas picas (sarissas) con una longitud de 5 a 6 metros y una formación con una profundidad de hasta 16 hombres, le conferían una potencia de choque que superaba con creces a cualquier otro tipo de formación de combate de la época.

Las figuras son de Victrix  28mm en plástico y las calcas de los escudos de Little Big Men Studios.